Tuesday, June 16, 2009

¡¡¡De gilipollas está el mundo lleno....!!!

Estoy sentada eseprando el tren. Acabo de perderlo. Justo a un metro de él, sus puertas se cerraron. Y aquí estoy. Molida. Con los pies que cada día me duelen más. Sin embargo hoy me duele especialmente la cabeza de darle tantas vueltas a todo.
Mi día empezó hoy a las 9 de la mañana. Me levanté, desayuné, me arreglé y me fui pal trabajo. No pude ir a la escuela pq ayer el manager me cambió el turno. De manera que en vez de entrar a la 13.00h y así poder ir a la escueña de 10-12, por alguna extraña razón que aún ahora desconozco, me hizo venir a las 11h, mientras que a mi compañero se lo hizo al revés. Y el pobre le va fatal pq si pierde el último tren, tiene que volverse a casa andando y está muy lejos. Por lo que cabe pensar que o bien: el quisiera irse antes y yo no me puedo quedar sola en el restaurante, sólo mi compañero. O bien que nos quiera putear a ambos o a sólo uno. ¡Quién sería en este caso?Más vale no pensar tanto. Es igual. La historia está en que Nakamura san, su nombre (algunos seguro que os suena por el fútbol), sabe que mi escuela es martes, miércoles y jueves, pero me dijo que lo tendría en cuenta a partir del mes próximo, dado que el horario ya estaba hecho y no se podía cambiar, y hasta aquí lo entiendo y por eso no quiero poner el santo en el cielo. Esperaré a que haga el nuevo y ver cuándo y a qué horas me puso.
Total que llego al trabajo y me putea diciéndome que haga una cosa que la hice el primer y el segundo día.Luego ya no más. Se trata de servir un trozo de pastel a los clientes y de llevarlo en una especie de carro, enseñárselo a los clientes, cortarlo y servirlo delante suyo.Para eso necesito unos guantes que él me dio el primer día, y que he ido cargando inútilmente hasta hace una semana más o menos, que se quedaron en el otro bolso.Y vaya, lo que siempre pasa, que falta que lo necesites pa que no lo tengas. Total que se lo digo y me suelta un "TXI...." de esos que constantemente estás soltando. A la vez, se toca la corbata e iergue el cuello. Eso lo hace mil veces al día, en un gesto de arrogancia y prepotencia. Me repatea el ego, la moral y a la vez pienso que soy afortunada de no haber conocido o al menos compartido, muchas horas de mi vida con gente como esta. Realmente me repugna cada día más.
Y volviendo al pastel, que ya me despisté con la rabia, ....., a este le acompaña una salsa. Como os digo, esto no se tocaba desde hacía semanas, por lo que cuando fui a cogerlo de la nevera, la salsa estaba así como petrificada. Voy a la cocina y le digo a Kaki que me de más. Pero este me dice que no tiene. En esas llega el manager y se lo cuento. Y me pregunta que si he probado el pastel ¿¿¿???Lo siguiente fue mi cara de asombro y mi dedo índice señalando mi pecho.
-¿Qué yo tengo que probar el pastel?- Vamos que salí a buscar el pastel indignadísima de la cocina, esperando traérselo pa que él lo probara.
Cuando llegué con el pastel, el cabrón había desaparecido. Creo que fue a buscarme unos guantes. Ya que fue mi compañera la que luego me los dio, no sé de quien provenian. El pastel fue a la basura por orden de kaki que me dijo que eso no se podía comer.
Después de todo el percal, estaba muy enfadada. Mucho. Indignada. El tio este me saca de mis casillas. No tiene ningún tipo de consideración por nadie. Y como sabéis, para mí el respeto es imprescindible. Alguien que no respeta a los demás, a mi no me interesa lo más mínimo.
Me consuela saber que a nadie le cae bien y que lo quieren quitar del restaurante, auqnue creo que eso va a ser difícil.
Y unas horas más tarde, me dice que coja los pasaportes a los clientes y que les ponga el sello. Son pasaportes que facilita el hotel y los clientes consiguen puntos e historias varias. Ni siquiera sabía donde estaba el sello pero bueno, le pregunté a mi compeñro y él me ayudó. Cuando he acabado, me pregunta is los clientes han firmado. Y otra vez me quedo con la cara de gilipollas y le digo, pero si yo no sé que tienen que firmar cómo voy a esperar que alguien firme???Bueno no pude decirlo así de bien pq repito: mi Japponés es pésimo, pero creo que me entendió.
Entonces volvió a hacer otro "Txi"y se fue. Al cabo de tres segundos, vuelve y me dice que ahora mi compañero me enseña. Yo estaba en ese momento picando el hielo en el congelador, y le respondo:
-¿Ahora, no?- E hinqué la pala en el hielo haciendo ruido de la rabia. Entonces me fui.

No sé, es un tio extrañísimo. Igual se comporta así , como a los 5 minutos te sonrie o te gasta una broma.
Hoy se acabaron las bromas con él y de hecho le giré todo el rato la cara. Quiero hasta intentar no preguntarle cómo está por las mañanas. Al fin y al cabo el tampoco lo hace.
Es la única persona que me trata como un trapo. Auqnue claro sólo a veces, pq otras pues como va de buen rollito....
Y todo esto hace que le de mil vueltas a todo; a si realmente quiero estar ahí trabajando; a si quiero vivir aquí en Japón; a si quiero aprender el idioma?Y millones de dudas me invaden las cabeza. Suerte que tengo a kaki y me calma cuando me entra la furia y me hace reir a la vez.
Y para animaros un poco, os explicaré alguna graciosa anecdotilla. Por ejemplo anteayer, una mujer vino al restaurante y se quedó dormida después de comer. Ahí, tan pancha, sentada y con la cabeza hacia abajo. Yo pensaba que leia el periódico pero me dio cuenta que no, claro.Y esto aquí al parecer es muy típico. En el tren, puedes ver a muchos que hacen lo mismo. Echan la cabeza pabajo y en 5 segundos se quedan fritos. Lo que me pregunto es si no se pasan la estación....¿¿¿???
La mujer se tocaba luego el cuello, como si le doliera, y no me extraña. Le tenía que doler qué no veas. Pero cuando despertó no hubieras dicho que la mujer se había echado una cabezadita de aproximádamente una hora. La misma cara, ¡macho!Los mismo ojos. Y digo yo que claro, como son achinados, pues uno no nota si están recién levantados o no.
Y acerca de la postura del cuello, yo tengo una teoría. Muchos de los japos que veo, sobretodo ya mayores, tienen chepa. Creo que debe ser de eso, de dormirse así con la cabeza para abajo y de agacharse al saludar tantísimas veces. Estoy segura.
Hoy otro cliente. Entra al restaurante y mi copmañera le enseña la mesa donde debe sentarse. Este se queda al lado de la mesa, esperando con los brazos hacia adelante y juntando las manos, Yo al principio pensé que dbeía estar esperando a alguien, pero al cabo de dos minutos ya no sabía qué seguía haciendo el tio. Y bueno, esperar esperaba a alguien: a mi compañera a que volviera a la mesa a tomarle nota, servirle un vaso de agua y el oshibori (toallita caliente), que siempre servimos para darles el recibimiento. En este país ninguna formalidad parece innecesaria ni suficiente.
Y de ahí, a acabar de trabajar, e ir a un "convinience store", que es como el supermercado de una gasolinera, pero sin ser gasolinera, abierto 24 horas. Entré para comprarme un helado y veo a una mujer muy arreglada: falda larga negra, jersey plateado, un peinado un poco extravagante; muy maquillada; pestañas postizas....la verdad que iba cutrísima, pero bueno. Y 5 minutos después, cuando ya estoy caminando hacia la estación, la mujer pasa por mi lado hablando por el móvil, en una bici de esas un poco pequeñas.
"Nan de anne! ¿Queeeeé? E imaginaos mi boca, que como en los dibujos de manga, pasa de estar cerrada a abrirse de repente como si se me dislocara la mandíbula.
Es para alucinar con la de gente rara que hay aquí.
Y a veces es asombroso lo que la vida te da. Estoy en el restaurante, hoy, agobiada por todo lo que había pasado. Pensando que no entiendo Japonés y que o sé qué hago aquí y bla bla...cuando un cliente empieza a hablarme en Español. Fue así como un angel caido del cielo. Me sentí un poco mejor aunque sólo intercambiamos unas palabras. Me dijo:Oh, eres catalana....Y es la primera persona en Japón que sabe que es Cataluña y lo que es una catalana. El hombre ha estado varias veces en Barcelona, en el conservatorio de música. Es director de orquestra. Imagina, ¡Qué alucine!

Y hablando de música, se me olvidó explicaros que el domingo pasado, tuvimos una reserva de 25 personas. Eran familias con sus hijos. Se trataba de una fiesta que hacía una escuela de piano. Los niños, todos estaban aprendiendo a tocarlo, aunque había algunos que ya sabían un montón. Y todos tan monos con esos pelos tiesos y negros y con esos ojitos achinados....Preciosos...y tocaban tan bien.....Todas las canciones eran temas de Bill Evans o Mile Davis, Billie Holiday....Disfruté muchísimo. Fue como estar en un concierto de jazz. Bueno, similar. Me recordó a mis habituales visitas al "Jazz Bar" en Edimburgo. Adoro ese bar...

Os quiero. Espero haberos divertido un poco. Yo lo hice explicándoos todas mis historias, y de paso me distraje.
Me bajé del tren hace ya un rato y estoy en el templo. Me voy para casa. Besitos....Hasta pronto.

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